Un cuadro de situación veraz, un futuro mejor


Cristina abrió las sesiones en el Congreso con un discurso esencial

Por Gabriel Fernández *

La presidenta de la Nación planteó con nitidez el proceso de crecimiento que ha vivido la Argentina en la última década y resaltó el singular despliegue alcanzado en el año 2013. Con argumentos sólidos y precisos, explicó el panorama económico, social, cultural, educativo y político que vive nuestro país, configurando uno de los mejores períodos de la historia del Sur del continente.


Debemos decir que el diagnóstico de Cristina Fernández de Kirchner coincide con el cuadro de situación que, prácticamente en soledad, realizamos en La Señal Medios hace pocos meses. En aquél entonces, arrasados mediáticamente por la propaganda referida a policías insurrectos, cortes de luz, corridas del dólar, inclusive muchos kirchneristas prefirieron considerar la versión negativa lanzada por los profetas del odio.

Vale repasar entonces lo que señalamos en ese balance y entender hasta qué punto trabajamos informativamente sobre realidades, y nos negamos a narrar lo blanco como si fuera negro: http://lasenialmedios.blogspot.com.ar/2013/12/panorama-2013-2014.html . En el repaso general con sostén argumental puntual, intentamos realzar tanto los logros como los faltantes y los desafíos.

Hoy podemos decir que el recorrido nacional, tras el bombardeo impiadoso del neoliberalismo durante tres décadas, muy especialmente el andar del último año, ha resultado asombrosamente exitoso y permite comparar el ciclo con el concretado por el peronismo durante la década original que arrancó en 1945. Y junto a eso, que no respaldar al gobierno nacional es suicida, a menos que el opositor sea propietario de fondos buitres o alguna institución financiera ligada al lavado.

Vale evaluar con detenimiento, si realmente interesa la vida política, las expresiones de la Presidenta sobre inclusión, sociedad, educación. Y a partir de allí, analizar en profundidad el planteo acerca del desarrollo económico y las perspectivas energéticas según las necesidades industriales locales.

En esa dirección, para articular el andamiaje legal, insistió en la necesidad de democratizar el Poder Judicial y puso de relieve, con un puñado de ejemplos, la contradicción existente entre las perspectivas organizativas de la comunidad y la cerrazón corporativa de una institución en la cual el parecer popular nunca obtiene el acceso adecuado. En el caso Irán, reivindicó el acuerdo y desnudó la busqueda de impunidad por parte de algunos sectores que vociferan su exigencia de justicia.

Cabe además estudiar y difundir las apreciaciones acerca de la unidad latinoamericana, la puntualización estricta sobre la defensa de la democracia en Venezuela y la clara postura argentina sobre lo acaecido en las últimas semanas en la República Bolivariana, y antes en Bolivia y Ecuador. Hay una conciencia superior, encarnada en el kirchnerismo, en derredor de la trascendencia del camino confluyente de nuestros países.

Y junto a ellos, la capacidad para definir el rumbo tercerista sin declamaciones, exigiendo hondamente el aporte a un capitalismo nacional para el corto y mediano plazo, definiendo así de qué se trata gobernar en concreto un país real inserto en un planeta en crisis. Allí se observa el sentido del camino emprendido y también de lo beneficioso que ha resultado para nuestro pueblo y de lo grande que puede resultar el rumbo futuro.

Ser trabajador, comerciante, empresario y no respaldar el gobierno nacional es un daño autoinflingido que un ser pensante no debería permitirse. El caudal de zonzos, tristemente masivo, que objeta esta administración radicalmente, debe ser obturado culturalmente, atravesado para facilitar su propio crecimiento y en modo alguno recibir altavoces para difundir su ignorancia rampante y su cipayismo humillante sobre la Nación.

Cristina Fernández de Kirchner habló y narró la verdad. Eso se palpa, en la vida cotidiana y en los indicadores. Una vieja discusión periodística sobre la objetividad nos habilita a manifestar un contundente visto bueno a lo señalado. “Quien quiera oír que oiga, quien quiera seguir que siga, mi empresa es alta y clara mi divisa, mi causa es la causa del pueblo, y mi bandera la bandera de la Patria” (Juan Domingo Perón).

*Director La Señal Medios / Area Periodística Radio Gráfica.