Lluvia suave, piñas, zonzos, y un rumbo. La Nación, 26, Berni y el Papa.
Por Gabriel Fernandez *
Que día gris. Mientras me voy despertando, tardón, tras la transmisión de anoche, intuyo que Floyd Mayweather y el Chino Maidana resultaron amigos, si es que se puede llamar así a un vínculo lejano y desigual. Lo cual no quiere decir que no se hayan pegado, mordido y empujado: la pelea estuvo buena. Y pienso que de acá a tres años, si el santafesino sigue entrenando a full, será campeón, tras el retiro del Mejor.
Un poco más ramplón resulta el recuerdo de los comentarios callejeros generados por el siempre irritante andar de La Cámpora. Se volvió a hablar del dinero de los Kirchner y hasta revivió la muerte –valga la ironía- opacada a cajón cerrado para no admitir que Néstor está vivo junto a Elvis, Yabrán y Michael Jackson en algún lugar; todos viviendo del dinero de los argentinos. Esas cosas.
Se me ocurría una comparación, a la luz del nuevo libro de Teodoro Boot: los antecesores de estos sesudos críticos sostenían que la Argentina organizó el histórico Festival de Cine de Mar del Plata con el objetivo de traer a Gina Lollobrigida para que Perón pudiera espiarla a través de una cámara de rayos x, y verla desnuda. Claro, uno escucha y a veces, en lugar de enojarse, termina sonriendo hacia dentro y sintiendo un poco de pena por los envenenados narradores.
Sin embargo, por estos pagos también hay asuntos. Yo sé que un montón de gente que junta más gente que la que arracimaron notablemente los amigos en Argentinos Juniors, se siente ajena a ese espacio “donde se corta el bacalao”. Hay que estar atentos, porque la sensación de ajenidad suele bajar los decibles de la participación. Y contribuye a esa percepción lo acaecido en derredor de Sergio Berni en las semanas recientes.
El tema de la seguridad ha resultado circular: el gobierno desplegó una política social que redujo el delito y colocó al país, a lo largo de estos años, entre los más seguros del mundo. El mismo gobierno alimentó a los medios “amigos” que hacen del tema Seguridad y Miedo su eje editorial. Entre los medios opositores y los propios, se ha establecido una psicosis que derivó, inevitablemente, en una modificación berniana.
Hay filo curioso en todo el debate: mientras que históricamente el endurecimiento de las fuerzas de seguridad llegó de la mano con los planes de ajuste, el gobierno sigue incentivando el consumo y el mercado interno. No es poca cosa a la hora de seguir valuando positivamente los tramos kirchneristas. Ahora bien, el salto hacia una gran industria quedó como Debe para el próximo período: eslabones faltantes en la cadena productiva para relevar importaciones dolarizadas.
En tanto, andamos llenos de partidos. Con cuatro torneos en danza la gente de la AFA hace malabares para ordenar las fechas y, justamente, el Aprevide y la Seguridad bonaerense complican decidida y concienzudamente toda organización. Siempre hubo piñas en las canchas, sólo que no había tantas cámaras para enfocar.
Lo que no había eran ciertas entidades delictivas con ligazón dirigencial. En suma, la AFA y las policías, Coprosede y Aprevide, resolvieron entre todos eliminar las reyertas menores por un orsai y dejar indemnes a las asociaciones ilegales. Ahora, una discusión acalorada entre plateístas por la conformación del cuerpo técnico pasa a exponerse como un problema de seguridad (“ya no se puede ir a la cancha”), mientras que la venta de droga y los aprietes a protagonistas, siguen en las sombras.
El otro día en una charla de periodistas alguien dijo “al Canal 26 no hay que tomarlo en cuenta, Pierri ya arregló con Massa”. Entonces recordaba que el 26 no existía, que sólo pudo vender expansivamente su Triple Play gracias a este ciclo de crecimiento nacional popular. Lo peor es que de entrada Pierri, mientras aprovechaba la brecha abierta por la pelea con Clarín, se definía con nitidez.
Recuerdo que alguien pensó que se trataba de una táctica genial: C5N, 26, sostenidos por recursos del Estado… “pero pasan los discursos de Cristina”. Ah, qué bueno. Después aparece Eduardo Feinman y despotrica contra la política de Seguridad, contra el plan económico y contra la intervención del Estado en la economía. Genial.
En realidad, el Proyecto Nacional vencerá en las próximas elecciones, nuevamente, debido a la combinación de identidad histórica con progreso económico y unas cuantas cosas más. Es preciso definir el candidato y andar hacia el 2015. Pasa que algunos dolores de cabeza se podrían haber ahorrado y uno lo señala sin tapujos. Y sin dejar de respaldar lo básico, en coincidencia con la gran masa del pueblo, nuestra siempre presente primera minoría popular.
Hoy La Nación editorializa con los remanidos asuntos de Amado Boudou, vuelve a dar cuenta del “evidente aislamiento de la presidenta” y la evalúa como “una mujer que sólo imagina catástrofes”. Valen las menciones con el mero objetivo de ratificar aquella idea de Arturo Jauretche: “es al cuete hacerles caras lindas”.
Porque acá no hay Berni que cuente, para ese diario, vocero del espacio cuya riqueza está anclada al exterior, estamos condenados. De ahí que todo retroceso, que toda concesión, sirvan menos que morder al campeón en el dedo pulgar.
Todo se enmarca, aunque mientras cae la lluvia lenta sobre Buenos Aires parezca lejano, en la Tercera Guerra de la cual habló el Papa Francisco. El tipo se situó, previamente, en uno de los bandos, y luego denunció lo que se viene palpando en distintas regiones. Fondos Buitre (finanzas vs producción), Medio Oriente, Europa. Y como correlato, Africa.
¿Un milagro? No tanto; tal vez fruto de la combinación de la crisis financiera norteña con las luchas de los pueblos latinoamericanos por configurar Unasur, y el reemerger de las potencias china y rusa. De allí surge la jefatura de nuestro Bergoglio futbolero, chispeante, activo y tercerista.
Quienes lo designaron, como lo señalamos oportunamente, necesitaban un técnico que evitara que el Vaticano cayera en el descenso. El hombre, que tenía proyectos mucho más avanzados que eso, diseñó un camino ligado al largo plazo, destinado a pelear arriba.
Obviamente: hay muchas cámaras listas para enfocar las reyertas menores, y así intentar devaluar la gigantesca transformación que vive la humanidad por estas horas. La Argentina no es ajena, fíjese lector que paradoja, a esas modificaciones: de algún modo, contribuye a marcar el rumbo.
Enciendo un cigarrillo. ¿Aumentaron? Debe ser para mejorar la salud pública. Mi querido hijo fue a la cancha el otro día y le dije que necesito la camiseta azul con la franja blanca; quiero esta nueva versión, de zona ancha. Por vez primera no pude asistir porque estaba generando, junto a varios compañeros, un programa especial para canalizar en la radio el debate sobre Seguridad y Migrantes.
Además, tenía que volver después de la medianoche. Ninguno de los transportes subsidiados por el Estado –Costera, Plaza, Ferrocarril Roca- dispone viajes entre ambas capitales después de las 00 hs.
Voy a tomar unos mates.
*Director La Señal Medios / Area Periodística Radio Grafica FM 89.3