En una semana donde el humor político estuvo en el centro de la discusión por los atentados en Francia, charlamos en Terapia de Grupo (Sábados de 15 a 18 hs. por Radio Cooperativa AM 770) con Alejandro Dolina para que nos de su opinión sobre este tema.
En la entrevista se explayó con claridad, inteligencia y su gracia habitual sobre el humor, el humor político, los lugares sagrados y la transgresión. Recomendamos escuchar con atención y disfrutar la palabra siempre interesante y cautivante de Alejandro Dolina.
Terapia de Grupo es un producto de La Señal Medios en AM 770 Radio Cooperativa. La conducción es de Gabriel Fernández y la producción de Daniel Capanga Glancszpigel. El equipo estuvo compuesto, este sábado, por Guadi Calvo, Gustavo Ramírez,Leonardo Martin, Antonio Seminara y Oscar Abudara Bini.
Estas son algunas de las principales frases que dejó la charla:
“Hay que ver en qué dirección se hace el humor político, yo creo que solamente es noble y eficaz cuando el humor se ejerce desde abajo hacia arriba. El humor político que consiste en que las clases hegemónicas se rían de lo mal que hablan los desposeídos no es políticamente correcto. En estos tiempos menos todavía. Una de las cuestiones positivas del pensamiento contemporáneo es haber entendido que ciertas formas de discriminación y el desprecio pasan también por el humor”.
EL HUMOR RESPECTO A LAS CREENCIAS RELIGIOSAS Y A LOS LUGARES SAGRADOS
“¿Qué pasa cuando una persona considera que tiene algunos asuntos y territorios que considera sagrados? Está muy bien que haya algo sagrado, podría uno pensar que acaso una vida dónde no hay ningún territorio sagrada sería muy cínica. Lo que se hace espinoso es quién decide cuál es el territorio sagrado, dónde empieza el sacrilegio y cuáles son las penas por ese sacrilegio. Eso es muy difícil porque lo que para mí es un exotismo antropológico para otros es una creencia digna de toda reverencia. Entonces el conflicto entre las distintas visiones que tenemos acerca de un territorio genera conflictos y parece inevitable. Ahora qué pasa si todos empezamos a sacralizar cualquier cosa y a enojarnos muchísimo ante cada sacrilegio que cuanto más territorio sagrados existan más frecuentes serán. Va a llegar un momento en dónde no se va a poder detener el conflicto. No estamos lejos de eso”.
“Schopenhauer decía que el humor es poner una cosa allí donde no va. Yo creo que el humor cumple siempre una receta relacionada con el idioma y este se relaciona con el pensamiento. Si uno incumple algunas de las reglas del pensamiento se produce un fenómeno humorístico. Quiere que debe ser transgresor en lo formal no quiere decir que lo tenga que ser necesariamente en lo político. Hay transgresiones al idioma que por alguna razón tienen temática política. Si los chistes políticos no tuvieran el mismo mecanismo que tienen los chistes sobre suegras no harían gracia”.
“La línea de transgresión no es una frontera estable, es algo muy volátil. Cambia según las modas, las cuestiones. Cosas que hace veinte años parecían transgresiones hoy parecen estupideces. El humor se relaciona con lo que se está pensando ahora. Por ejemplo en el programa de Tinelli la línea está contra la pared, una mala palabra es como una lágrima en el mar”.
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