Por Gabriel Fernández*
Una sucesión de
llamados preocupados nos llevan a considerar la situación. Si los amigos están
inquietos, cabe buscar informaciones claras y reflexionar a fondo. Veamos estos
datos y charlemos. Si está en un lugar fresco, mate en mano. Si no, agua fría mediante.
El dólar ilegal
cotiza a $12,15 para la venta. La divisa oficial, en tanto, registra unasuba y cotiza $8 en la franja vendedora, según un promedio de
las principales casas de cambio.
Por su parte, el euro se negocia a $9,17 en la
franja compradora y $9,35 en la vendedora. En tanto, el real opera a $2,58 para
la compra y $2,75 para la venta.
Bueno, en los meses que atravesamos, el poder
adquisitivo se redujo parcialmente debido a la dificultad para controlar a los
formadores de precios, quienes argumentan ligazón entre el producto y el dólar.
Hay algo que marcamos hace poco en un Editorial de
La Señal Medios: el gran desafío económico es profundizar el proyecto
productivo y, por tanto, elaborar acá los eslabones faltantes de la cadena.
Esos son insumos que generan dolarización.
Sin embargo, la economía interna -con esa salvedad-
está pesificada. Asmismo, los niveles de ganancias empresariales brindan lugar
para que el control estatal exija equilibrio en los precios.
Y, por sobre todo, para los salarios hay
paritarias. Es decir, se puede recuperar a través del tandem negociación -
presión, los puntos perdidos en este período. Eso es decisivo.
Al mismo tiempo, el Estado maneja los planes
sociales que también permiten la recuperación. Por eso le asignamos singular
importancia al Plan Progresar anunciado por la presidenta de la Nación.
En suma, hay ganas de golpe de mercado pero no hay
fuerza para desplegarlo a pleno, corrida más corrida menos. Y hay resortes en
manos del Estado y los trabajadores para sostener el proyecto productivo.
Es evidente que para resolver el esquema integral,
con las ausencias generadoras de dólares a través de insumos, falta tiempo. Hay
un desfasaje entre las necesidades inmediatas y las perspectivas
industrializadoras.
Ese tiempo, merece ser sostenido a través del
respaldo y la movilización social en favor del Proyecto Nacional y Popular. Es
importante no caer en discursos demagógicos de quienes, amparándose en la caída
relativa del poder adquisitivo, blanden la bandera del quiebre.
Lo trascendente es agudizar el camino; aprovechar
la herramienta paritaria para desandar la suba de precios, y respaldar a un
gobierno que no está dando indicios de volver atrás en su visión productiva,
sino que contiene las variables presentes a través de la intervención.
*Director La Señal Medios / Area Periodística Radio
Gráfica