Director de La Señal Medios
En principio, vale la consideración general: se ratifica el rumbo económico que promocionó el crecimiento argentino en los diez años recientes. Axel Kicilof, detalles más, detalles menos, es un hombre que cree en la presencia estatal para dirigir las variables más trascendentes de la orientación estratégica. La designación ha de haber conformado a Guillermo Moreno, por dar un ejemplo.
Ahí empiezan los interrogantes: el desplazamiento de Mercedes Marcó del Pont del Banco Central de la República Argentina ¿implica una flexibilización de la política oficial hacia el dólar? Decimos: si Carlos Fabrega tiene la intención de revisar los subsidios innecesarios al turismo exterior, ¿por qué no? No es necesario modificar al rumbo para eso, aunque si equilibrar el tipo de cambio con varias herramientas. Atenti con las versiones: la devaluación no es la única herramienta.
Lo satisfactorio del asunto es que Kicilof, en tanto dirigente con cabeza propia, sabe que la emisión no es en sí misma dañina, como piensan los liberales, sino una llave que se utiliza según las necesidades del Estado y de la población. La alharaca sobre la inflación, en un marco contenido por paritarias y planes, no parece desvelar a la presidenta. ¿Nos siguen?
En cuanto a la jefatura de Gabinete, puede verse de dos modos: por un lado, el avance interno del secretario Legal y Técnico, Carlos Zanini, quien evalúa que el gobernador chaqueño –avalado por una catarata de votos en su distrito- es un buen administrador, ordenado e impermeable a internas debido a su vínculo con segmentos del Justicialismo tradicional.
Otra mirada, que no descarta la señalada pero habla de una perspectiva más larga, es que así, Capitanich tiene obturada –no clausurada pero si obturada- su eventual candidatura presidencial, ya que la presidenta consideraría más cercanos a su postura como jefa de Estado, las opciones que presentan Sergio Uribarri y Florencio Randazzo.
Ambos casos, y tras las dificultades de Daniel Scioli evidenciadas por los encuentros públicos recientes de Martín Insaurralde, encarnarían un kirchnerismo más directo, ligado a la presencia estatal en la economía y a la lealtad política a la primera mandataria. No está nada mal el conjunto de la movida: nuestra primera lectura comprende que se está realizando una apuesta a lo mejor del sendero económico elaborado por el oficialismo.