Una prisión injusta


Es preciso exigir la libertad de Esteche y Lezcano


La prisión que están padeciendo Fernando Esteche y Raúl Boli Lezcano, del Movimiento Patriótico Revolucionario Mpr Quebracho, evidencia la necesidad de barajar y dar de nuevo en el sistema judicial argentino, tomando la bandera de la democratización como propia y movilizando a la población en ese sentido. 


Esteche y Lezcano están detenidos por repudiar el asesinato del docente neuquino Carlos Fuentealba. Ese crimen prohijado por el entonces gobernador neoliberal de la provincia cordillerana Jorge Sobisch, conmovió al país y se constituyó en un mensaje de los poderosos al movimiento sindical argentino para que deje de lado las demandas populares. 

En lugar de investigar las denuncias formuladas oportunamente por los trabajadores de la educación del Neuquén y por las organizaciones de derechos humanos, el Poder Judicial evaluó intolerable que se concretara una enérgica marcha de repudio al mandatario involucrado. A decir verdad, más allá de los asistentes, ese acto encarnó el sentir de millones de argentinos. 

La posición de Quebracho frente a la realidad nacional es la de evaluar los aspectos positivos del desarrollo político generado desde el 2001 hasta el presente y cuestionar aquellas situaciones irresueltas que complican el interés popular. Ha puesto especial énfasis en las cuestiones vinculadas a la soberanía nacional y a los derechos sociales. 

Esto se desprende de las mismas actividades de la vertiente que integran Esteche y Lezcano. En modo alguno han actuado con violencia ni han hostigado poderes institucionales refrendados por el voto popular. Desde La Señal hemos cubierto varias de sus iniciativas y no encontramos ningún acto que configurara algo semejante a un delito o sumara a un intento antidemocrático. 

Por tanto, evaluamos que resulta imprescindible adoptar las medidas institucionales adecuados para lograr que la libertad de Esteche y Lezcano sea haga efectiva. Sería una victoria popular frente al aristrocrático tono habitual de las determinaciones de un vasto sector del Poder Judicial. Pero la pelea no termina ahí: es preciso echar luz sobre el rincón más oscuro de la democracia argentina.

* Director La Señal Medios – Area Periodística Radio Gráfica