Presión pública y soterrada

Sólidas versiones sobre acciones de campaña

Por Gabriel Fernández *

El panorama está complicado para la oposición. Más allá de los sueños de algunas noches de invierno, los que viven del país que ponen en pie sus detestados populistas van corroborando que la Argentina no es Brasil, aunque la situación del vecino país preocupe a todos simultáneamente.

La Argentina no es Brasil porque la experiencia popular, conocedora del antiperonismo y su accionar propagandístico, lleva a licuar y morigerar las campañas. Todavía, en la nación lusitana, las aseveraciones mediáticas tienen un vigor singular. 

Pero también porque mientras allí se intentó, precisamente, abrir los brazos al “diálogo” con los neoliberales, en nuestro país se resolvió sostener la presencia estatal en los resortes básicos del desarrollo económico. Hay faltantes aún, pero el rumbo no se ha invertido.



Todo esto tiene su derivación política. Como si los evaporamientos de las “graves” denuncias lanáticas no resultaran evidentes, ahora se descubrió que muchas imágenes distribuidas por las redes contra el candidato del Frente para la Victoria, Daniel Scioli, son falsas. 

Ante esta situación, el oficialismo presentó una denuncia por difamación contra el macrismo ante la Dirección Nacional Electoral. Allí lo imputa de lanzar una campaña sucia para perjudicar la imagen del gobernador bonaerense.

Mejor sería que los opositores miraran hacia dentro, si es que hallan algún centro desde el cual partir la observación. Pues nos cuentan que las presiones soterradas sobre Sergio Massa y Felipe Solá para que entreguen candidaturas y votos al PRO se han tornado potentes.

Así como lo hicieran con Hermes Binner, los grupos concentrados reunidos en derredor de Clarín utilizan a varios de sus periodistas para difundir esas “propuestas”. Las fuentes del Frente Renovador que hablan por lo bajo identifican una lista de colegas significativa.

En ella figuran Jorge Lanata, claro, Joaquín Morales Solá, Magdalena Luis Guiñazú, Nelson Castro, Julio Blank, Carlos Pagni, Marcelo Longobardi, Pablo Sirven y hasta el bueno de Fernando Bravo. Todos han hecho llegar a los candidatos –a través de sugerencias editorializantes, pero también de modo personal- el anhelo magnético de aunar fuerzas contra la “tiranía”.

Es trascendente, volvemos al arranque, refrescar de continuo la experiencia histórica argentina para ayudar a los conciudadanos a precaverse de estas maniobras. Y también valorar las respuestas prácticas: la acción solidaria de miles de jóvenes, en Lujan como ayer en La Plata, es un buen contraste con aquellos que jamás ayudaron a nadie.

El sol vuelve a salir y la campaña se encarrila. Según los datos recientes el FPV oscila entre nueve y diez puntos de diferencia sobre su inmediato perseguidor. Algo bueno habrá hecho –parafraseemos- el Proyecto Nacional y Popular en los años precedentes, para lograr esta adhesión.

*Director La Señal Medios / Area Periodística Radio Gráfica