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Gabriel Fernandez, Director de
La Señal Medios analizó en Radio Gráfica la renuncia de Benedicto XVI y el
futuro de la Iglesia Católica.
Consultado
por Carlos Aira y Nicolás Moggia, Fernández profundizó sobre la problemática
europea y como repercutió en el Vaticano y la posibilidad de un papado
latinoamericano.
Señaló
que al imponer a un papa europeo central, el poder del Vaticano, ligado al
económico mundial, impulsó un papado que diera cuenta y desplegara ese control.
Sin
embargo, dijo, el desarrollo de la crisis económica con raíz financiera en
Europa, cambió la correlación de fuerzas internacional y abrió el camino a la
necesidad de nuevas alianzas, más contenedoras.
Por
eso se mira hacia américa latina. A partir de ahora y hasta marzo, habrá una
pulseada fuerte con dos polos protagónicos y varios matices. Habrá quienes
necesiten afirmar el poder central con ujn Papa más duro, y otros que intenten
una apertura muy intensa para contener la periferia planetaria.
Es
preciso observar, dijo Gabriel Fernández, que el equilibrio de fuerzas
mundiales es distinto al registrado cuando asumió Benedicto XVI: hoy el Unasur
es un poder real y creciente, en tanto se han reposicionado Rusia y China. El
centro del planeta está en cuestión.
