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http://www.radiografica.org.ar/2013/07/22/petras-estados-unidos-es-una-dictadura-bajo-fachada-electoral/
James
Petras, sociólogo estadounidense, habló con los Especiales de la Gráfica.
En diálogo telefónico desde Boston con Gabriel Fernández, Alicia Lado, Mario Sadras y Ariel
Weinman, Petras afirmó que ha quedado en evidencia que Estados Unidos tiene “un
sistema de espionaje universal que está controlando todos los teléfonos, todas
las comunicaciones por correo electrónico, fax”. Además recordó que en los
últimos años se han “multiplicado el número de agentes policiales en todo el
país”.
El proyecto de la construcción de un muro a lo
largo de la frontera de Estados Unidos con México, “la militarización de la
frontera con 20 mil oficiales armados más es otra fase de la militarización del
país, otro elemento del proceso de control sobre la inmigración”, denunció.
“Hay una mayoría de la gente, actualmente, que está
cuestionando la forma que está utilizando el aparato de seguridad” de Estados
Unidos. Esa mayoría “está criticando el hecho de que recogen información sobre
300 millones” de habitantes. Otro sector de la población “dice ‘deben ser más
selectivos’, así tal vez habría algunos miles de sospechosos”, relató Petras.
Para comprender el proyecto de construir el muro en
la frontera con México, hay que tener en cuenta “que en los últimos cuatro años
de (Barak) Obama han capturado, expulsado y detenido a más de 1 millón de
inmigrantes, rompiendo puertas, entrando en fábricas y oficinas, parando camiones
en los caminos, capturando y rompiendo familias”.
Muchos inmigrantes residen en Estados Unidos desde
hace muchos años, y “capturan al padre, a la madre, mientras los hijos nacidos
aquí son considerados ciudadanos. Entonces no simplemente hay una expulsión,
sino una quiebra de las familias”, advirtió.
Esto “no lo hemos visto acá desde años atrás, desde
la expulsión de los japoneses y de los ciudadanos de los países enemigos (de
los EEUU) durante la Segunda Guerra Mundial”, recordó.
“Tenemos un presidente Doctor Jekyll y Mister
Hyde”, ironizó Petras, porque “habla de cosas progresistas, derechos de los
inmigrantes, guía para la ciudadanía, mientras está aumentando la represión y
las expulsiones” de los inmigrantes. “Es lo mismo que han hecho en Guantánamo
–dentro del territorio cubano-, comparó Petras, porque Obama prometió su
desmantelamiento durante la campaña electoral y su primer mandato pero aún
continúan funcionando “los campos de concentración”, denunció.
Estas contradicciones entre el discurso y los
hechos de gobierno del presidente estadounidense también se manifiestan “con
las guerras, con la política económica, el tratamiento con su propia minoría
afroamericana, que ha sufrido terriblemente bajo el régimen de Obama. Es lo que
en Argentina llaman ‘doble discurso’”, remarcó.
“Aquí tenemos un presidente ‘esquizofrénico’”,
disparó Petras, porque “por un lado está hablando de paz, mientras está
preparando nuevas guerras armando los terroristas en Siria, habla de paz
mientras está financiando la militarización de los asentamientos de Israel en
territorio palestino”.
Obama “tiene una enfermedad, clínicamente
hablando”, volvió a ironizar Petras, “es un juego demagógico políticamente:
siempre hace lo que le da la gana, mientras está pronunciando un discurso
progresista”, subrayó.
Petras también se refirió al proyecto de ley de
reforma migratoria que fue aprobado en el Senado el último 28 de junio y que
ahora espera su tratamiento en la Cámara de Representantes, al señalar que es
“una ley muy estricta, todos los ‘ilegales’ deben registrarse y ponerse a
disposición del Estado, tienen que pagar todos los impuestos que no han pagado,
y si tienen una mínima violación a la ley por tráfico (de drogas) o lo que sea
pueden ser expulsados”.
De aprobarse, la reforma migratoria prevé que los
inmigrantes sólo recibirán un permiso de trabajo y autorización para salir de
los Estados Unidos y derecho a reingresar, pero no concede derechos políticos.
En este sentido, Petras destacó que los inmigrantes “podrían esperar hasta diez
años para conseguir la ciudadanía. Es un proceso prolongado”.
“Los republicanos que están en la oposición a Obama
ni quieren esta legislación, sólo aprobaron la militarización de la frontera”,
pero nada de un proceso “para alcanzar la ciudadanía”, resaltó. “Yo creo que
esta ley no va a funcionar, no va a permitir que los inmigrantes consigan el
mínimo derecho, por lo menos en los próximos años”, adelantó.
Cuando Edward Snowden efectuó las revelaciones
sobre el espionaje de Estados Unidos, en ese país “voces críticas comenzaron a
exigir una investigación del Congreso” estadounidense, y ahora encuentran “que
el Congreso es cómplice”, relató. Las únicas voces informadas y críticas “son
los grupos de derechos civiles, los grupos de derechos humanos, algunos
sectores religiosos y educativos del sector liberal progresista”, reveló,
porque “el público está afuera de los circuitos de información, están sometidos
a la propaganda incesante de los medios de comunicación que funcionan como un
brazo propagandístico del gobierno”.
Sobre el ex agente de inteligencia que ha
solicitado asilo en varios países de América Latina y aún se encuentra en la
ciudad de Moscú, en Rusia, Petras narró que “los medios (de comunicación) están
alimentando la imagen de un traidor, un cómplice de Al Qaeda, una persona que
se vendió al enemigo”. Sin embargo, “en la mayoría de la gente, en el ciudadano
promedio, hay otra imagen: no aceptan la demonización, dicen ‘debemos escuchar
el mensaje del mensajero’, que está revelando la intervención en nuestra vida
privada, tratando de controlar nuestra vida”, destacó.
“Hay una convergencia entre personas conservadoras
y progresistas sobre la violación por parte del Estado de la vida privada. Pero
esta posición no tiene resonancia entre los gobernantes”, se lamentó Petras.
Las voces críticas no han tenido la fuerza y la
contundencia en sus denuncias, porque “no hay ninguna investigación, ni
siquiera sobre la falta de transparencia. Hay un proceso judicial secreto que
está aprobando estas medidas de espionaje”, admitió Petras.
El sistema estadounidense “es poco representativo,
no permite que voces disidentes puedan pronunciarse sobre las grandes
propuestas actuales. Es una dictadura centralizada bajo la fachada electoral y
multipartidaria”, disparó.
Petras también cuestionó severamente a la
administración demócrata en el plano económico: “hay una gran concentración del
ingreso, los grandes bancos financieros Morgan, City, Goldman Sachs, han tenido
ingresos récord de ganancias en los últimos dos años, particularmente en la primera
mitad de este año, mientras los salarios efectivos han bajo entre el 3 y 4% en
el último tiempo, más allá de los recortes sociales y la eliminación de
subvenciones para la nutrición de los chicos pobres en las escuelas”, destacó.
“Hay un abandono completo de los programas de
bienestar social” que tienen vigencia “desde hace cuarenta y cincuenta años”,
afirmó.
Sobre la creciente despolitización de la sociedad
estadounidense, Petras analizó que entre los dos grandes partidos, el demócrata
y el republicano, “hay una gran convergencia sobre los grandes temas, como
apoyar al gran capital”.
Para ejemplificar aún más, Petras señaló que la
ciudad de “Detroit se declaró en ‘bancarrota’, con un interventor republicano y
un alcalde demócrata, un blanco y un negro cómplices en la declaración de
‘bancarrota’”. Ahora van avanzar en la reestructuración de la economía, “que
significa recortes de salarios, eliminación de pensiones y planes de salud para
los pocos trabajadores públicos que sigan en esta ciudad (Detroit) destruida”,
alertó.
“Setenta y nueve mil edificios, fábricas, oficinas,
casas, abandonados. Parece que hemos sufrido un ataque aéreo de un enemigo de
cualquier parte del mundo”, comparó.
Por último, Petras señaló que “la diferencia entre
los republicanos, que quieren repudiar todos los programas (sociales) de un
golpe, y la política de Obama, los demócratas, que piensan incrementar los
recortes sociales más lentamente, es el ritmo” en que se instrumenta el ajuste
a los sectores populares.
“La meta es la misma: concentrar los ingresos en
las clases dominantes y empobrecer los sectores trabajadores”, concluyó.
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